martes, 22 de noviembre de 2011

Tipos de amistades

Amistad entre el hombre y la mujer ¿Imposible?



El hombre y la mujer manifiestan conductas distintas , determinadas por el sexo al que pertenecen. El sujeto , cuando nace , va conformando su personalidad a través de las primeras experiencias tempranas de aprendizaje que recibe de padres y adultos. Así se forma una personalidad básica de acuerdo con el sexo al que pertenece y a través de esta identidad sexual se van diferenciando hombres y mujeres. Estas diferencias son notables en cuanto a la conducta e intereses de niños y niñas. Por ejemplo los temas de conversación, el tipo de lecturas y películas, las clases de juegos ; son diferentes en varones y mujeres a cualquier edad. Es dable aclarar que hay mas aspectos en cuanto a sus intereses en los que hombres y mujeres se parecen que en los que difieren. 




Amistad entre hombres




Son estables emocionalmente
A diferencia de la amistad con una mujer, no vas a recibir o por lo menos muy pero que muy raramente arrebatos emocionales, reacciones muy exageradas o cambios de humor bruscos. Su estabilidad emocional es mucho mayor, se dejan guiar menos por las emociones, son más estables… Esto tiene partes muy buenas en una amistad y en dónde la mujer podía fallar un poco, sin embargo cuando se dejan sobreguiar por su deseo sexual esa estabilidad desaparece ya que son capaces de pisar amigos y dejarlos de lado con tal de charlar con una chica un par de minutos o hasta segundos.
Quizás en el terreno de hacer planes son más constantes y comprometidos que las mujeres ya que éstas hoy desean algo y la semana que viene lo pueden odiar debido a sus cambios emocionales y un hombre debido a que está estable emocionalmente durante grandes periodos de tiempo es muy probable que no anule planes y citas por cuestiones personales emocionales.
Son más sinceros al hablar
Entre las mujeres suelen decirse: “te queda estupendo esto”, “te queda fenomenal lo otro” , “has hecho muy bien esto”, “has hecho muy bien lo otro”, los hombres suelen utilizar un lenguaje mucho más directo y sincero, si no les gusta tu camisa lo dicen, si creen que no has hecho algo bien lo dicen. Esto tiene sus partes buenas y malas. La parte mala es que algunos hacen estas críticas por ego, para sentirse mejor ellos al despreciar algo que les gusta de otra persona, la parte buena es que esto te enseña a aceptar las críticas y te ayuda a mejorar.

Amistad entre mujeres



La amistad entre mujeres se asemeja a un círculo, donde todas estamos a la misma distancia, donde todas “nos vemos” y nos reconocemos unas a otras, donde compartimos desde la igualdad.

Cuando las mujeres se unen y se comprometen mutuamente a formar parte de un círculo de amigas, están creando un crisol de transformación para sí mismas y un vehículo que propicia el cambio colectivo.

Sin embargo para que esto ocurra no basta con ser del género femenino, dado que muchas mujeres no confían en otras al verlas como rivales ante los hombres, porque piensan que es una competencia que les quita oportunidades, o bien porque piensan que el género femenino es inferior.

Pero como contrapeso, entre las mujeres el arquetipo de la hermana, la madre y la anciana es lo que le facilita identificarse a la una con la otra, más allá de los límites racionales y religiosos, es esa capacidad de sentir una vinculación afectiva o emocional lo que a las mujeres les permite reconocerse una a otra y generar empatía y solidaridad y de hecho poder establecer una amistad.

El poder invisible de los círculos de amigas sobre las mujeres que los componen es extraordinario puesto que permite la autoestima, el éxito y el desarrollo del talento, que tiene que ver con el hecho de que nos hayan escuchado y valorado, amado por lo que somos, animado y apoyado para que llevemos a cabo aquello que nos creíamos incapaces de hacer, puesto que cuando existe un apoyo práctico, o psicológico que pueda provocar un cambio significativo, es mucho más probable que ese cambio suceda; el hecho de que otras mujeres crean en nosotras, o tengan el mismo punto de vista, o bien sean modelos de conducta, tiene una influencia invisible y poderosa. Nuestra red de amigas nos aporta la fuerza para resistir ante la colectividad, la fuerza para seguir adelante a pesar del sentido del ridículo, o de los oponentes que manifiestan que no sabemos lo que estamos hablando.

El llevar una amistad duradera y profunda con otra mujer o el pertenecer a un círculo de amigas nos permite la conformación de una red, siendo ésta la que congrega, contiene, recoge, recuerda y soporta para facilitarnos el tejer de nuestra cotidianidad, para componer y recomponer, crear y recrear, pensar y repensar; puesto que tejer es unir diferentes hilos de muchos y distintos colores, de diferentes gruesos y contenido, es mezclar, unir unos con otros haciendo formas armoniosas, es transformación en acción.

El mismo acto de tejer ha unido a las mujeres que desde tiempos inmemoriales se reunían para trabajar pero sobretodo acompañarse y contarse en intimidad sus aciertos y desaciertos y recibir los consejos y tan deseado apoyo, o cuando alrededor de una hoguera se contaban los secretos de la maternidad, los ritos de pasar de la niñez a la adolescencia “el hacerse mujer”, los secretos de la sanación o cuando celebraban la recolección de las cosechas y mediante danza y cantos celebraban la vida de la cual eran ellas las portadoras, o cuando los hombres partían a la guerra solidariamente unas cuidaban de otras y de los hijos de todas; tejiendo lazos de hermandad.

Tal vez la mayor diferencia entre la amistad entre hombres y mujeres es que las mujeres se reúnen para hablar y los hombres para hacer; y tal vez el fundamento de esto se encuentra en que las mujeres reaccionan ante el estrés de una manera distinta a la de los hombres. Los hombres reaccionan ante el estrés con una fisiología adaptada al lema “huye o lucha”: la adrenalina, favorecida por la testosterona, aumenta. Las mujeres presentan una reacción fisiológica que sigue las pautas de “ocúpate y confraterniza”: la oxitocina. Las mujeres mantienen alianzas mutuas y eliminan el estrés por medio de la conversación, lo cual nos da ventajas a la hora de mantener conversaciones pacíficas. Es importante destacar que los conflictos entre machos alfa versan sobre la supremacía, por consiguiente de lo que se trata es de “ganar”; se considera una debilidad, el hecho de alcanzar una solución de compromiso. La derrota es una humillación en la cual el perdedor se consuela planificando las represalias y el odio hacia el contrincante, mientras que para la mujer el conversar y llegar a un acuerdo, el expresar y reunirse con otras mujeres permite más liberación de oxitocina, mayor bienestar y por lo tanto más salud. Esto explica porque las mujeres en situación de estrés acuden a sus amigas y como en un circuito de sanación entre más amigas y relaciones comparten las mujeres, más posibilidades de disfrutar la vida se les ofrece y por lo tanto menor es la incidencia de la enfermedad en ellas.


http://www.youtube.com/watch?v=oXhIjYtYMJo

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